El Not Hotel es como un laberinto de arte donde cada esquina revela algo sorprendente, desde la biblioteca hasta el bar Kevin Bacon, donde la comida tailandesa me hizo volar de placer. ¡Nunca pensé que cenar en un hotel podría ser tan emocionante como hacer malabares con cebollas en una clase de cocina!

Habitaciones pequeñas

La ubicación es muy buena. Con el tranvía 17 se llega al centro en 7 minutos.

Todo increíble! Diseño artístico vibrante, zonas comunes acogedoras, ubicación tranquila y accesible.

El diseño que nos encantó, pero

la experiencia fue un poco variada. La decoración es asombrosa y da vida al lugar. La ubicación es cómoda, aunque las habitaciones son muy pequeñas. Me sorprendió lo amigable del personal, pero también sentí que la limpieza pudo mejorar.

El hotel tiene un ambiente artístico único que resulta interesante.

Al llegar, me decepcionó descubrir que la habitación era extremadamente pequeña, apenas había espacio para colocar la maleta y no contaba con ventanas, solo un ventilador. Aunque el baño compartido parecía moderno, estaba sucio en varias ocasiones durante mi estancia. Definitivamente no era lo que esperaba, ya que incluso la experiencia de compartir el baño fue desagradable, con falta de limpieza que me hizo sentir incómodo.

Solo un lugar perfecto para una corta temporada en Ámsterdam con la mejor relación calidad-precio. Las camas eran muy cómodas y el personal siempre estaba dispuesto a ayudar. Asegúrate de preguntar sobre el desayuno, es realmente delicioso.

Estuve 2 noches en una habitación 'Secret Bookcase S' y me encantó la decoración hermosa y moderna. El desayuno fue excepcional y el personal, muy amable. Sin embargo, las habitaciones son algo pequeñas y sin ventanas, lo que puede resultar incómodo para algunos. Aunque la ubicación no está en el centro, los tranvías cercanos hacen que sea fácil desplazarse a los principales puntos de interés.

El diseño del lugar es único, con habitaciones que ofrecen una experiencia divertida. ¡Dormir en una estantería fue increíble!

me sentí como en casa, no tengo ninguna pega

La decoración es única, con un ambiente artístico que hace que cada rincón sea interesante. El desayuno es excepcional, garantizando un buen inicio de la mañana antes de salir.

Las habitaciones son bastante pequeñas, algunas sin ventanas, lo que puede resultar incómodo para quienes necesitan más espacio. Además, en las zonas comunes, el baño puede estar desordenado en momentos, lo cual es un inconveniente si te gusta la limpieza. La experiencia de compartir el baño puede ser un poco incómoda, especialmente cuando hay mucha gente utilizando las instalaciones al mismo tiempo.

Diseño encantador y desayuno delicioso

Estuve 2 noches y me encantó la decoración moderna, especialmente la habitación que estaba escondida detrás de una estantería, fue una experiencia divertida. El desayuno era variado y delicioso, con opciones frescas que hacía que cada mañana empezara bien. Aunque la habitación carecía de ventanas, lo que podría resultar incómodo para algunos, el acceso al tranvía cercano facilitó visitar el centro de la ciudad sin problemas.

experiencia única en una habitación escondida detrás de una biblioteca

comida deliciosa , instalaciones limpias

puerta estrecha

La decoración del hotel es verdaderamente única y divertida, creando una atmósfera vibrante que ameniza la estancia. La limpieza del baño compartido en ocasiones dejó que desear, pero la comida en el bar Kevin Bacon fue increíble. La cercanía a Vondelpark es un gran plus para pasear.

El Hotel Not Hotel Amsterdam tiene un diseño precioso y moderno que lo hace único. La habitación era cómoda, con una buena disposición y excelentes camas. Además, el desayuno estaba delicioso y tenía opciones variadas. La parada del tranvía está a solo dos minutos, facilitando el acceso al centro de la ciudad.

No hay que olvidarse de las habitaciones que son algo pequeñas.